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domingo, 4 de noviembre de 2012

Caperucita Roja. Texto. Caperucita Roja vista desde fuera del cuento.

Hola amigos, durante estas semanas vamos a trabajar el cuento de Caperucita Roja de diferentes formas. La semana pasada, el día que vamos a pizarras digitales, vimos la película en pantalla grande, os dejo una fotos de las caritas de los niños y niñas. Espero que os gusten.





Caperucita Roja.




Érase una vez una niña muy bonita. Su

madre le había hecho una capa roja y la

niña la llevaba tan a menudo que todo

el mundo la llamaba Caperucita Roja.











Un día , su madre le pidió que llevase unos

pasteles a su abuelita que vivía al otro lado del

bosque , recomendándole que no se

entretuviese en el camino , porque cruzar el

bosque era muy peligroso , ya que siempre

estaba acechando por allí el lobo.







Caperucita Roja recogió la cesta con los

pasteles y se puso en camino. La niña tenía

que atravesar el bosque para llegar a casa de

la Abuelita , pero no tenia miedo porque allí

siempre se encontraba con muchos amigos:

los pájaros, las ardillas...







De repente vio al lobo , que era enorme ,

delante de ella.

- ¿A dónde vas , niña? - le preguntó el lobo

con su voz ronca.

- A casa de mi Abuelita - dijo Caperucita.

- No está lejos - pensó el lobo para si,

dándose media vuelta.






 
Caperucita puso su cesta en la hierba y se

entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido

-pensó- , no tengo nada que temer. La abuelita

se pondrá muy contenta cuando la lleve un

hermoso ramo de flores además de los

pasteles.









Mientras , el lobo se fue a casa de la

Abuelita , llamó suavemente a la puerta y la

abuelita le abrió pensando que era su nieta

Caperucita. Un cazador que pasaba por allí

había observado la llegada del lobo.








El lobo devoró a la Abuelita y se puso su gorro rosa

Se  metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que

esperar mucho , ya que Caperucita Roja llegó

enseguida , toda muy contenta.









 




La niña se acercó a la cama y vio que su abuela

estaba muy cambiada.
















-Abuelita , abuelita , ¡qué ojos más grandes tienes!

- Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de

imitar la voz de la abuela.


























Abuelita , abuelita , ¡qué orejas más grandes
tienes!

- Son para oírte mejor- siguió diciendo el lobo.




- Abuelita , abuelita , ¡que dientes más grandes
 tienes!





- Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto,

el lobo malvado se abalanzo sobre Caperucita la

devoró al igual que había hecho con la abuelita.






Mientras tanto, el cazador se había quedado

preocupado y creyendo adivinar las malas

intenciones del lobo, decidió echar un vistazo a ver

si todo iba bien en la casa de la Abuelita.






 Pidió

ayuda a un segador y los dos juntos llegaron al

lugar.

Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo

tumbado en la cama, dormido de tan harto que

estaba.











El cazador sacó su cuchillo y rajó el vientre del

lobo. La Abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!

Para castigar al malvado lobo, el cazador le lleno el

vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar.









Cuando el lobo despertó de su pesado sueño,

sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque

próximo para beber. Como las piedras pesaban

mucho, cayó en el estanque de cabeza y se

ahogó.    


































En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron

mas que un gran susto, pero Caperucita Roja

había aprendido la lección. 









Prometió a su Abuelita

no hablar con ningún desconocido que se

encontrara en su camino. De ahora en adelante,

seguiría los consejos de su Abuelita y de su Mamá.


Y colorín colorado...este cuento se ha acabado.





















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