Los famosos renos de Navidad son los renos que usa Papá Noel para tirar de su trineo a través del cielo estrellado durante la noche de Navidad.
Gracias a estos renos Papá Noel es capaz de repartir los regalos a todos los niños del mundo y por eso yo los llamo lo renos de la magia.
El trineo volador está tirado por nueve renos:
- Trueno
- Relámpago
- Bromista
- Cupido
- Veloz o cometa
- Alegre
- Bailarín
- Saltarín o acróbata
- El último reno en incorporarse fue Rodolfo quien lidera a todos los demás y se caracteriza por su gran nariz roja.
Mirad esta foto. Papá Noel repartiendo regalos al pasar por Perú.
El Trineo de Santa es tirado por Renos Voladores, esto surge del Poema Navideño “A visit from St Nicholas” de Clement Clare Moore, donde se mencionan 8 Renos, Rodolfo “Rudolph”, el noveno Reno, apareció posteriormente en el Cuento “Rudolph the Red-Noised Reindeer” de Robert L. May.
Los 9 Renos viven junto a la Casa de Santa, comen todo tipo de verduras, pero lo que más les gusta son los líquenes (organismos que surgen de la simbiosis entre un hongo y un alga), que para ellos es como un caramelo.
Cada Nochebuena, los Renos junto a Santa, recorren los hogares de todos los niños del mundo en 24 horas. Sus nombres son muy importantes a la hora de hacer la entrega de regalos, pues así Santa logra comunicarse con ellos y darles instrucciones precisas, si los llegas a ver, podrás identificarlos, cada uno tiene un nombre muy peculiar ligado a su principal característica.
No se movía ni una sola criatura, ni siquiera un ratón;
Las medias fueron colgadas con cuidado junto a la chimenea,
Con la esperanza de que San Nicolás estuviera allí pronto;
Los niños estaban acurrucados cómodamente en sus camas;
Mientras visiones de ciruelas confitadas bailaban en sus cabezas;
Y mamá con su pañuelo, y yo con mi gorra,
Acabábamos de preparar nuestro cerebro para una larga siesta invernal,
Cuando en el césped se produjo tal estruendo,
Salté de la cama para ver qué pasaba.
Volé como un rayo hacia la ventana,
Abrió las contraventanas y levantó la hoja.
La luna sobre el pecho de la nieve recién caída,
Dio un brillo de mediodía a los objetos de abajo,
Cuando lo que apareció ante mis ojos asombrados,
Pero un trineo en miniatura y ocho renos diminutos,
Con un pequeño conductor viejo tan vivaz y rápido,
Supe en un momento que debía ser San Nicolás.
Más rápidos que las águilas vinieron sus corceles,
Y silbó y gritó, y los llamó por su nombre:
"¡Ahora, Dasher ! ¡Ahora, Dancer ! ¡Ahora, Prancer y Vixen !
¡Adelante, Cometa ! ¡Adelante, Cupido ! ¡Adelante, Donder y Blitzen !
¡A lo alto del porche! ¡A lo alto del muro!
¡Ahora, salid corriendo! ¡Salid corriendo! ¡Salid corriendo todos!"
Como hojas que ante el huracán salvaje vuelan,
Cuando encuentren un obstáculo, suban al cielo;
Así que hasta el tejado volaron los corceles.
Con el trineo lleno de juguetes, y San Nicolás también...
Y entonces, en un abrir y cerrar de ojos, oí en el tejado
El brincar y el patear de cada pequeña pezuña.
Mientras dibujaba en mi cabeza y me daba la vuelta,
San Nicolás bajó de un salto por la chimenea.
Estaba vestido todo de piel, desde la cabeza hasta los pies,
Y sus vestidos estaban todos manchados de ceniza y de hollín;
Un montón de juguetes que había arrojado sobre su espalda,
Y parecía un vendedor ambulante abriendo su mochila.
¡Cómo brillaban sus ojos! ¡Qué alegres sus hoyuelos!
¡Sus mejillas eran como rosas, su nariz como una cereza!
Su boquita divertida estaba dibujada como un arco,
Y la barba en su barbilla era blanca como la nieve;
El trozo de pipa que sostenía firmemente entre sus dientes,
Y el humo le rodeaba la cabeza como una corona;
Tenía una cara ancha y una barriga un poco redonda.
Que temblaba cuando reía, como un cuenco lleno de gelatina.
Era regordete y rollizo, un elfo viejo muy alegre.
Y me reí cuando lo vi, a pesar de mí mismo;
Un guiño de su ojo y un giro de su cabeza.
Pronto me hizo saber que no tenía nada que temer;
No dijo ni una palabra, sino que se puso a trabajar directamente.
Y llenó todas las medias; luego giró de un tirón,
Y poniendo su dedo a un lado de su nariz,
Y haciendo un gesto con la cabeza, subió por la chimenea;
Saltó a su trineo, dio un silbido a su equipo,
Y todos volaron como el plumón de un cardo.
Pero lo oí exclamar, antes de perderse de vista:
“¡Feliz Navidad a todos y buena noche a todos!”
Fuente: El libro de poesía para niños de Random House (Random House Inc., 1983)
Sabemos que...
1. Rodolfo es el líder de la manada y va delante del trineo. Cuentan que cundo era joven era discriminado, se burlaban de él por su nariz roja. Cuando Santa lo conoció le hizo saber que era muy especial al ser único, que lo que podía ser burla para otros él debería tomarlo como fortaleza y por ello lo designó líder de los renos, además de guiar el camino con su singular nariz roja.
Estos dibujos de Rodolfo han sido vistos en https://raskrasil.com/
2. Alegre es el líder que va al lado derecho, detrás de Rodolfo. Llamado Dasher.