Entendemos
por cálculo mental aquellas situaciones numéricas (ya sean redactadas en forma
de problema o enunciando directamente la operación) que para resolverlas no nos
ayudamos de ningún tipo de material, es decir, retenemos las cantidades y
realizamos las operaciones pertinentes de forma mental.
Sin
embargo nos damos cuenta de que cada vez los alumnos de Primaria son menos
capaces de realizar estas operaciones de forma efectiva y que el cálculo mental
es una asignatura pendiente dentro de nuestro sistema educativo que requiere de
factores determinantes para lograr resultados satisfactorios. Entre estos
factores tenemos que destacar la concentración, el hábito, la atención, la
motivación y el interés por las operaciones propuestas, así como ciertas
habilidades matemáticas como el dominio de la serie numérica, conteo, número
anterior y posterior, sumas, restas, descomposiciones de números y uso de
regletas.
Las
profesoras de Educación Infantil del CEIP Beethoven plantean que aunque el
desarrollo del cálculo mental es un objetivo primordial en todos y cada uno de
los ciclos de la Educación Primaria se debe comenzar ya en el nivel de infantil
a medida que el niño va siendo capaz de realizar ciertas operaciones.
Todo
profesor de Educación Infantil sabe que el niño necesita un soporte material
para comprender y realizar los cálculos que les proponemos, que su noción de
número todavía no es suficientemente sólida y que desconocen la mayor parte de
las relaciones numéricas, por eso nos reforzamos en la idea de que para llevar
a cabo nuestras operaciones de cálculo ( no de cálculo mental) le facilitaremos
al niño todo tipo de materiales manipulativos como lápices, regletas, juguetes,
ábacos, y también todos aquellos que dispone en su esquema corporal. Podemos
jugar a contar, sumar o restar con niños, con manos, con dedos, con pelotas,
con piedras… pero NUNCA ofrecerles los dedos como única alternativa para llegar
al resultado.
A
partir del momento en el que el niño empieza a tener una noción más aproximada
de la serie numérica es cuando pensamos que introducimos el cálculo mental como
actividad diaria y rutinaria de Asamblea para crear el hábito, desarrollar la
atención, la concentración, el esfuerzo, la memoria, la estimación y el
acercamiento a la solución de problemas llevándoles a situaciones en las que
deban apoyarse en imágenes mentales.
Actividades
a realizar de forma rutinaria en Asamblea y en cada una de las situaciones de
aprendizaje que se presenten
·
Contar
desde el 1 hasta el 10. Serie ascendente.
·
Contar
de 1 en 1 empezando por un número distinto de 1.
·
Contar
de 2 en 2.
·
Contar
desde el 10 hasta el 1. Serie descendente.
·
Decir
números que son más grandes que…
·
Decir
números que son más pequeños que…
·
¿Qué
número va detrás de…?
·
Sumar
1.
0+1, 1+1, 2+1,
3+1, 4+1, 5+1,
6+1, 7+1, 8+1, 9+1.
·
¿qué
número va antes de…?
·
Restar
1.
1-1, 2-1, 3-1,
4-1, 5-1, 6-1, 7-1, 8-1, 9-1, 10-1.
·
Sumar
cero a cualquier número.
·
Hacer
sumas de dobles.
1+1, 2+2, 3+3, 4+4, 5+5.
Se puede aprender alguna rima que favorezca la memorización de
estas sumas, por ejemplo:
Una y una… dos, yo tengo mucha tos.
Dos y dos… cuatro, vemos un gato.
Tres y tres… seis, no me piséis.
Cuatro y cuatro…ocho, me como un bizcocho.
Cinco y cinco…diez, yo tengo un pez.
·
Descomposiciones
de números. Comenzaremos con los números más bajos 2, 3, 4, 5, hasta dominar el
procedimiento. Pondremos carteles en la clase o en la pizarra con los
resultados y los repasaremos a diario. Mantendremos la descomposición de un
mismo número durante cierto tiempo y hasta que se domine no se pasará al
siguiente. Se puede jugar a “El país del número…” y durante esa semana trabajar
las posibles descomposiciones de ese número.
·
Descomposición
de números. 6, 7,8 y 9.
·
Recordar
mentalmente los colores de las regletas que corresponden al número pedido.
·
Realizar
mentalmente problemas muy sencillos con sumas o restas.
Si tengo un libro y en mi cumpleaños mi madre me regala otros 2.
¿Cuántos libros tengo ahora?
·
Reforzar
siempre la idea de que cuando presentamos un problema por sencillo que sea es
porque hay algo que no sabemos y nos interesa saber la respuesta, de ahí la
necesidad de responder a los que se nos pregunta y no hacer simplemente una
operación.
·
Una
vez que somos capaces de comprender que sumar es agrupar, añadir, reunir,
aumentar… y que restar es quitar, reducir y disminuir, inventar problemas que
se resuelvan con una operación dada. Si el niño se acostumbra a asociar el
signo de la suma y de la resta a verbos cotidianos como regalar, comer, robar,
dar, vender, comprar, y es capaz de inventar un problema para una operación
dada, cuando se le presenta un problema escrito en Primaria tienen más
facilidad para saber qué hacer con los datos porque ya los ha trabajado a la
inversa.
Ejercicio mental. Inventa un problema que se resuelva con esta
operación y contesta a la pregunta que tú mismo planteas.
2+2= 1+1= 3-1= 5-1=
·
Jugar
al disparate y a la aproximación de operaciones mentalmente.
Si tengo 2 manzanas y me como 1, ¿Pueden quedarme 5 manzanas? ¿Por
qué?
Si tengo 4 juguetes y mi mamá me regala 1, ¿Puedo tener ahora 2
juguetes? ¿Por qué?
Intentar adivinar un resultado.
·
La
agilidad con los dedos es algo que también es importante desarrollar desde
pequeñitos pero para que contribuya a un menor esfuerzo en nuestros cálculos y
no para engancharnos a ellos a la hora de realizar nuestras operaciones.
·
Los
niños deben ser capaces de sacar un número determinado de dedos, con agilidad,
a una orden dada, y decir cuántos dedos hay (entre 1y 9) cuando el profesor
saca sus dedos rápidamente. SIN CONTARLOS, SÓLO CON LA IMAGEN VISUAL. Estos
ejercicios favorecen el cálculo mental posterior sobre todo en descomposiciones
de números en los que uno de ellos es el 5. Si sabemos sacar rápidamente 6, 7, 8 o 9
dedos, cuando sumamos mentalmente 5+1, 5+2, 5+3, o 5+4, automáticamente sabemos
que el resultado es 6, 7, 8 y 9 recordando esa imagen mental.
Todos
y cada uno de los ejercicios anteriores se realizan mentalmente pero conforme
se dan las respuestas se irá comprobando manipulativamente la veracidad de los
datos hasta que la memorización y la mecánica del razonamiento mental se hagan
sólidas. Los niños que todavía no tienen la madurez suficiente pata realizarlos
mentalmente se les apoyará con materiales e imágenes hasta que poco a poco den
el salto pero se les pedirá que intenten dar una respuesta aproximada.
Por
otra parte las respuestas se trabajarán de forma colectiva pero haciendo
también preguntas de forma individual de modo que todo el grupo trabaje y no
solamente los más rápidos en dar una respuesta.
Como
conclusión podemos resaltar la necesidad de dar un tiempo diario en Asamblea y
como rutina diaria a resolver situaciones matemáticas mentales variadas y
atractivas.